En las casas españolas, se utilizan varios tipos de pintura según el acabado, la resistencia y la superficie a pintar. Estos son los más comunes:
1. Pinturas para interiores
- Plástica o acrílica: La más usada en paredes y techos. Es lavable, de secado rápido y con acabados mate, satinado o brillante.
- Vinílica: Similar a la acrílica pero con mayor resistencia a la humedad y facilidad de limpieza.
- Esmalte al agua: Resistente y lavable, ideal para puertas, muebles y molduras.
- Pintura a la cal: Transpirable y antimicrobiana, se usa en casas rústicas o para mejorar la humedad en paredes antiguas.
2. Pinturas para exteriores
- Pintura acrílica de exterior: Resistente a la intemperie y a los rayos UV, evita la aparición de moho y hongos.
- Silicona o siloxánica: Repele el agua y permite que las paredes transpiren, ideal para climas húmedos.
- Revestimiento elástico: Se usa en fachadas con pequeñas grietas porque es flexible y evita filtraciones.
3. Pinturas especiales
- Antihumedad: Previene la aparición de moho y condensación en zonas húmedas como baños y cocinas.
- Térmica o anticondensación: Aísla térmicamente y reduce la condensación, útil en climas fríos.
- Esmalte sintético: De base disolvente, muy resistente, ideal para madera y metal.
- Epoxi: Muy resistente, se usa en suelos de garajes o cocinas industriales.
- Pizarra o magnética: Se aplica en paredes para escribir con tiza o adherir imanes, ideal para habitaciones infantiles u oficinas.
Cada tipo de pintura se elige según el uso y las necesidades de la vivienda. ¿Tienes en mente algún espacio en particular?